
Mucho antes de que Alex Rodríguez (Nueva York, 50 años) empezara su mediática relación de cuatro años con la cantante y actriz Jennifer Lopez, el exjugador de béisbol había vivido muchas vidas. Cuando la llama del amor prendió entre ellos en el año 2017, para luego apagarse —casi de golpe— en abril de 2021, A-Rod, como se le conoce profesionalmente, ya había llegado al olimpo del béisbol, del que fue expulsado al protagonizar uno de los mayores escándalos que se recuerdan en el deporte de Estados Unidos. Suspendido por dopaje, ese desagradable capítulo le ocasionó un gran daño reputacional allá por 2014. Ahora ha hablado de ello en un documental de tres partes sobre su vida, Alex vs A-Rod. “Hay una arrogancia que a menudo viene del poder, una sensación de que no te pillarán porque de verdad te crees mejor que el resto. No hay nada más estúpido que eso y yo lo aprendí a las malas”, dice en él.Antes de su relación con JLo y de que su rostro fuera internacionalmente famoso por esa relación, Rodríguez ya era padre de dos niñas, fruto de su matrimonio con Cynthia Scurtis (de 2002 a 2008), y había tenido otras parejas muy conocidas, como las actrices Kate Hudson (en 2009) y Cameron Diaz, un romance este último que se recuerda, sobre todo, por una imagen pública del año 2011 en la que ella le daba de comer a él palomitas, mientras ambos disfrutaban de la Super Bowl. Sin embargo, y al menos durante un tiempo, la persona a la que más quiso Alex Rodríguez fue, probablemente, Alex Rodríguez.Más informaciónAlex Rodríguez y Jennifer Lopez, durante un desfile de Tom Ford, el 7 de febrero de 2020 en Los Ángeles, California. Stefanie Keenan (Getty Images for TOM FORD: AUTUMN/WINTER 2020 RUNWAY SHOW)No era para menos. Este neoyorquino de ascendencia dominicana, fuerte y de ojos verdes, fue durante décadas una estrella incuestionable del béisbol. Rodríguez desarrolló su carrera en los Seattle Mariners, los Yankees de Nueva York y los Rangers de Texas y, entre otros hitos, ostenta el de ser el jugador más joven en conectar 500 homeruns, rompiendo un récord que databa de 1939. Se llegó a querer tanto a sí mismo que su enorme ego empezó a llamar la atención de los medios especializados junto a su fuerte carácter en el campo de juego, lo que también provocó críticas que apuntaban a su soberbia. Por si esto fuera poco, en el año 2009 tomó la decisión de dejarse fotografiar para la revista masculina Details mientras le daba un beso a su propio reflejo, una imagen parodiada, comentada y que ya forma parte de su pasado como Narciso del deporte de principios de los 2000.Otro de sus grandes amores, además de sí mismo, fue su carismática madre. La misma que, en ausencia de un padre que ni estaba ni se le esperaba, sacó a su familia adelante trabajando como secretaria de día y como camarera en un restaurante de Miami de noche. En junio de este año, el exjugador contó al empresario y comunicador dominicano David Collado cómo doña Lourdes Rodríguez había negociado ferozmente uno de los contratos más importantes de la carrera de su retoño, que entonces tenía 18 años: “A las 12 de la noche de un día de septiembre de 1993, mi madre se sentó con los dos presidentes de los Seattle Mariners, que nos ofrecieron un millón de dólares. Ella les dijo: ‘Nosotros necesitamos un millón y medio para que mi hijo firme con ustedes’. Nos llamaron en dos horas, a las dos de la mañana, y nos ofrecieron 1,35 millones. Firmamos a las tres”. A la izquierda, Alex Rodríguez y la actriz Kate Hudson en el Día del Pícnic Familiar de los Yankees, el 25 de julio de 2009, en Nueva York. A la derecha, Cameron Diaz y el exjugador de béisbol hacen deporte en Coral Gable, Florida, el 11 de febrero de 2011.Getty Images///Cordon PressAsí pasaron los años, entre victorias en las Grandes Ligas de béisbol, contratos deportivos millonarios —era el mejor pagado; firmó en 2007 con los Yankees por 275 millones de dólares en 10 años—, una vida familiar y romances más o menos sonados. Y aunque A-Rod no era el tipo más popular de Estados Unidos, lo peor estaba por llegar. Esta vez, ni su madre pudo ayudarle: en enero de 2014, tan solo tres años después de sus mediáticos arrumacos con Diaz, reconoció haberse dopado durante su etapa en los Yankees de Nueva York. Pero esto no era el principio, sino el fin de un oscuro capítulo en el que Rodríguez no fue, precisamente, modélico. Durante los dos años anteriores a su declaración se había presentado como la víctima de una caza de brujas. La confesión se la hizo a la DEA (la Agencia para el Control de Drogas de Estados Unidos) en una reunión a la que llegó como parte de una investigación contra el falso médico Anthony Bosch, el hombre que le suministró las drogas, y su clínica Biogénesis, en Miami. Hasta entonces, Rodríguez solo había admitido el consumo de estimulantes durante su etapa como jugador en los Rangers de Texas, en el año 2001. El exjugador de béisbol Alex Rodríguez, durante su entrevista el domingo 26 de octubre de 2025 en ‘Tonight Show’, con Jimmy Fallon.NBC (Todd Owyoung/NBC via Getty Images)El escándalo de Bosch, en el que otros 13 deportistas estuvieron implicados, se saldó para A-Rod con la suspensión durante una temporada (162 partidos, rebajados desde los 211 originales) por consumo de esteroides, la más alta impuesta en la historia del béisbol en Estados Unidos. Cuando se decidió a cantar, contó cosas tan truculentas como que el falso médico le suministraba crema y pastillas de testosterona e inyecciones de la hormona de crecimiento —por lo que él le pagaba 12.000 dólares al mes— y que llegó sacarse sangre en un club nocturno de Miami Beach. En concreto, contó a los agentes de la DEA que desde finales del verano de 2010 hasta octubre de 2012 Bosch le sacó sangre unas 10 veces en el sur de Florida, Tampa y Nueva York. Finalmente, el falso médico fue condenado a cuatro años de cárcel: “Me avergüenzo de mí mismo. Estoy arrepentido”, dijo sobre el caso en el que estuvo implicado el tercera base de los Yankees.Ahora, Alex Rodríguez cuenta su historia en el documental de HBO Alex vs A-Rod, cuyo primer episodio se estrenó el 6 de noviembre y del que ha estado haciendo promoción. En su vista a The Tonight Show, el pasado 26 de octubre, se confesó con Jimmy Fallon: “He cometido errores públicamente, he tenido una larga suspensión, me costó el Salón de la Fama. Jamás pensé que diría esto, pero, mirando atrás, puede que esto sea lo mejor que me ha pasado. Cuando me quedé sin el Salón de la Fama por mi estupidez, empecé a ser un mejor padre, me sentí mejor persona y profundicé mucho en terapia, lo que me ayudó a entender lo que ocurrió en mi infancia y donde estoy hoy. Me emociona hablar de esto, pero es de lo que va el documental”. En uno de los vídeos que lo anuncian, además, A-Rod dice: “Creo que a la gente le costaba entenderme de verdad y llegar a conocerme porque a mí me estaba pasando lo mismo, en tiempo real”. Para sus directores, Gotham Chopra y Erik LeDrew, el objetivo de la película ha sido plasmar la diferencia entre el hombre y el personaje (de ahí el título). Uno de sus logros ha sido conseguir que el protagonista confesara por qué mintió sobre el uso de sustancias que derivó en el fin de su carrera. “Me sentía presionado para producir y jugar a un nivel muy alto a toda costa”, ha confesado. En la actualidad, Rodríguez sigue su viaje para ser “un hombre con integridad y carácter y alguien en el que puedas confiar”, y comparte vida con sus hijas y con su pareja, la fisicoculturista canadiense Jaclyn Cordeiro. En lo profesional, ahora lo ve todo desde la barrera como comentarista deportivo.
Alex Rodríguez, antes de Jennifer Lopez: la leyenda malograda del béisbol cuenta su historia | Gente
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